12 de abril de 2011

El teledogmatismo. Sobre el adoctrinamiento católico en el panorama televisivo actual

Aún recuerdo aquellos años donde la decisión sobre qué ver en la televisión se podía tomar tirando una moneda. Cara o cruz, la Primera cadena o la Segunda, no había más.

En los últimos 30 años los canales de televisión en el Estado español han aumentado exponencialmente. El principio del fin de la "bicefalia" televisiva estuvo en el año 1983 cuando se aprueba la denominada, en un halo de originalidad, Ley del Tercer Canal de Televisión que suponía a efectos prácticos la creación y regulación de los canales autonómicos.

El Estado y sus administraciones públicas tuvieron el monopolio televisivo desde las primeras emisiones de Televisión Española el 28 de octubre de 1958 hasta el año 1990 cuando comenzaron las emisiones regulares de las tres cadenas privadas a las que se les concedieron licencia en la  Ley de Televisión Privada en España (Telecinco, Antena3 y Canal +).

A partir de entonces se aceleró la creación de nuevas cadenas, públicas y privadas, hasta llegar a la situación actual con la TDT y sus decenas de canales, aunque en ningún caso el aumento espectacular de la cantidad ha venido acompañado por una mínima relación con la calidad de contenidos, sino me atrevería a decir que todo lo contrario.